El símbolo de la selección sexual, que se usa como primer ejemplo, suele ser el pavo real, por razones evidentes (basta ver esto). Este blog se niega a caer en algo tan evidente, al menos en las primeras entradas. El símbolo del blog, hasta nuevo aviso, recaerá en la mosca ojos de tallo (Teleopsis breviscopium, Teleo para los amigos) que adorna la parte superior de esta página. El apodo de "ojos de tallo" creo que es evidente: los ojos están en el extremo de los pedúnculos que le salen de la cabeza.
Ante cualquier rasgo tan exótico como ese, lo primero que se dice es “Oh! Evolucionó por selección sexual”. Tristemente, también suele ser lo último. El tema normalmente muere ahí. Si se es generoso, se precisa con un “las hembras eligen a machos con ojos pedunculados cada vez más notorios”. Después de todo, cuando un macho y una hembra presentan un mismo rasgo pero con niveles de desarrollo tan distintos (ver aquí), la selección sexual es siempre la mejor explicación. Creo que dejar el tema en eso es tan básico como argumentar la existencia de un animal diciendo “está por selección natural” y que ahí quede todo. Aunque la respuesta es correcta, uno se pierde toda la historia del organismo. Teleo será mi introducción para algunas dudas que podríamos generalizar en otros organismos y así seguirle la pista histórica a los rasgos.
Para empezar… ¿Deciden las hembras conscientemente el rasgo de su interés? Estamos a veces más dispuestos a aceptar cierto grado de consciencia en mamíferos y aves que en insectos como las moscas, pero no podemos obviar que todos pueden ser muy selectivos con sus parejas en función del rasgo que les interesa, discriminando sin problemas (al menos mientras los machos no sean agresivos) entre uno y otro. Sea cual sea la respuesta, también podemos preguntarnos ¿Por qué ese rasgo? ¿Por qué nuestra querida Teleopsis hembra decidió joderle la vida al macho con unos pedúnculos tan largos que dificultan la percepción de distancia y profundidad? Una respuesta típica a eso es del tipo “muestra que el portador de esos pedúnculos tiene buenos genes, ya que a pesar de la desventaja de visión, sigue vivo”. Pero eso me lleva a mi pregunta anterior: ¿por qué ese rasgo y no otro? Cualquier otro rasgo en versión exagerada puede ser un lastre que diga “tengo buenos genes”.
Pudiendo aburrirlos a preguntas, tristemente les deberé las respuestas. Mucho de lo planteado tiene que ver con la cognición animal y todavía no estamos en condiciones de responder. Pero sí podemos hacer aproximaciones y teorizar respecto a todo eso. Pero para enterarse, tendrán que leer futuras entradas, donde me comprometo a exponer las teorías que se manejan hoy en día.
Respecto a Teleo, les puedo comentar que los machos, al salir de la pupa, inspiran aire a través de la cavidad oral y la bombean a través de conductos de la cabeza hasta los extremos de los pedúnculos, alargándolos mientras estén blandos y transparentes. En periodo reproductivo, los machos suelen congregarse y hacer competencia de “quién tiene los ojos más separados”, midiéndoselos entre ellos. Los ganadores son los afortunados con las hembras.
Por un momento pensé que el desarrollo de los ojos pedunculados iba en función de la capacidad respiratoria de la mosca, una señal de buena aireación y todo lo que puede implicar para un elevado metabolismo… Hasta que recordé que las moscas respiran por espiráculos principalmente, no por la boca. Por lo tanto, mi hipótesis personal es que los machos hacen un tongo con esto, buscan engañar a la hembra con señales falsas que demuestran una aptitud que no necesariamente tienen.
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