15 feb 2012

Hienas

La naturaleza da para todo. Salvo algunas restricciones físicas de tipo “ver un hipopótamo con alas”, la selección natural y sexual se pasea por todo el abanico de posibilidades. Un buen ejemplo de eso lo presentan las hienas manchadas. No hay que dejarse guiar por la superficialidad: aunque se parecen físicamente a los cánidos, tienen más cercanía evolutiva con los felinos, aunque tampoco están muy emparentados con ninguno de los 2. Las hienas en general forman su propia familia, Hyaenidae. 



Las hienas manchadas (Crocuta crocuta) tienen una fuerte jerarquización matriarcal hereditaria, aunque acá es complicado hablar de “hembras” considerando que anatómicamente todos parecen machos para un ojo inexperto. Los machos tienden a ser subordinados, aunque suelen identificarse a los machos de la hembra alfa como más dominantes (incluso capaces de dominar a algunas hembras más subordinadas), a tal punto que es el único con cojones para cortejar a las otras hembras.

La hiena manchada hembra tiene genitales externos completamente masculinizados. No hay vulva, sino que los labios se funden para formar un pseudo-escroto bilobulado que contiene grasa y tejido conectivo, dando la apariencia de unos testículos. El clítoris, a través del cual pasa el tracto urogenital, es muy amplio y totalmente eréctil (llega a medir 15-20 cm). En el momento del apareamiento, el macho tiene relaciones con la hembra a través del clítoris. Una tarea bastante compleja para el macho, pero difícilmente se compara con la tarea de la hembra de parir a través de su clítoris hipertrofiado (un parto bastante peligroso por cierto, la tasa de muerte de los bebés primerizos es del 60% y 1 de cada 10 hembras muere). También se pueden observar conductas bastante viriles, observándose pseudocópulas.

Excepto cuando los machos cortejan, un falo erecto no parece tener un significado sexual: la erección fálica es un componente de la ceremonia de reunión y de muchas otras exhibiciones sociales de ambos sexos. Si hay una gran diferencia de rango social entre dos adultos que interactúan entre sí, el subordinado tiene una erección, mientras que el dominante no la tendrá. No hay nada que demuestre más subordinación en el mundo de las hienas que pararse en 2 patas y exponer una de las partes más sensibles del cuerpo a una de las mandíbulas más poderosas del reino animal. Por cierto que es el único caso conocido en el que una erección implica un acto de subordinación.

Ahora la pregunta interesante es… ¿Cómo se pudo llegar a esta inversión de roles? La causa del peculiar desarrollo de las hembras es que están expuestas desde el útero a niveles anormalmente altos de testosterona, hormona reconocida como “masculinizante”. Acá hay varias hipótesis que se han manejado: una versión adaptacionista dice que, al vivir en sociedad y olerse los genitales, unos genitales masculinos daban más prestigio a las hembras, por lo que se desarrollaron en esa dirección. En lo personal me parece una explicación muy ad hoc al problema. Sobre todo si consideramos que, al ser una jerarquía matriarcal, no veo motivos por el que daría más prestigio parecerse a un macho.

Otro intento de explicación bastante difundido es que en el útero la testosterona se “filtra” desde los machos hacia las hembras. Como explicación, creo que confunde las causas últimas con el efecto que estamos viendo. La realidad no es que “se filtre” testosterona de un lugar a otro, sino que por vía materna ocurrió una mutación en un gen que genera un funcionamiento defectuoso de una enzima llamada “aromatasa”. Esta enzima degrada la testosterona que la placenta produce de forma natural en todos los mamíferos durante la gestación. Al haber una deficiencia congénita de aromatasa en las hienas manchadas, todos los fetos femeninos se ven afectados por la testosterona a niveles anormalmente altos, y desarrollan un verdadero pseudohermafroditismo. En un mundo duro como el de las sabanas africanas, donde al agresividad es premiada (derecho a comer primero, reproducirte primero, etc.), no es de extrañar que esa mutación haya tenido un gran éxito. No es que sea muy sexy para el macho, pero la selección sexual y natural no basa sus caprichos en gustos humanos.

Aunque son animales muy agresivos y muchos las recuerden por su papel de "malas" en la película de "El Rey León", yo encuentro que tienen bajo ciertos ángulos, cierto toque de adorabilidad. Una prueba es esta última foto que les dejo:

3 comentarios:

  1. Foto adorable para lo feas que suelen salir. Lo del pene...no me convence la explicación, pero bueno.

    ResponderEliminar
  2. Inma - ningún animal es feo - tiene los rasgos y atributos mas idóneos para poder sobrevivir en su mundo aparentemente salvaje ....... y eso es su belleza.

    ResponderEliminar
  3. Pero, cada cuanto tiempo se reproduce.?

    ResponderEliminar